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jueves 28 marzo 2024

Se presenta la antología Literatura en Flor

En el marco de Septiembre Joven y bajo el lema Esta primavera transformamos todo, el próximo viernes 20 de septiembre a las 16 se presentará la antología Literatura en Flor en la Dirección de Juventudes (San Martín y el río). La apuesta se renueva en la búsqueda de poemas, letras de canciones, ensayos o cuentos en los que se exprese la idea de transformación como concepto que remite al movimiento, la continuidad, el paso de un estado a otro, producida por la Dirección de Juventudes y la Biblioteca Argentina. La entrada es libre y gratuita.

La convocatoria estuvo dirigida tanto a quienes residen en Rosario como en localidades aledañas y las producciones no superaran las 400 palabras. Solo se presentó un texto por persona, cuyo contenido debía ser original. Aunque la convocatoria no fue competitiva, los escritos fueron evaluados por un jurado idóneo a cargo de seleccionar los textos. Los criterios que se tuvieron en cuenta para dicha selección fueron la creatividad, la autenticidad, la relación con el tema propuesto y que el escrito dé cuenta de la perspectiva de los y las jóvenes. Cabe destacar que la publicación está ilustrada por participantes del espacio de Creación de Cuentos Ilustrados de la Dirección de Juventudes.

Durante la etapa de convocatoria se visitaron e invitaron a diferentes espacios artísticos y expresivos como el Proyecto Luces, taller de escritura y encuadernación que funciona en la Unidad 16; el taller literario del IRAR Las Bastardillas Son Nuestras, y el taller audiovisual de la Unidad 6, también espacios jóvenes en los Centro de Convivencia Barrial, escuelas que participan del Presupuesto Participativo Joven, talleres del Galpón de las Juventudes, Escuela de Cumbia y Escuela de Hip Hop. De esta manera, se logró que la propuesta llegara a juventudes que atraviesan diversos procesos creativos.

Luciana Redondo es una joven poeta que escribió Mujeres de nueva historia. Conoció el certamen por un amigo que le comentó sobre propuesta. “La experiencia de participar fue un desafío, pensé mucho en la consigna: ‘un texto que exprese la idea de transformación, de movimiento, de pasar de un estado a otro’, y a la vez el compromiso de que represente nuestro punto de vista. Quería que fuera algo bello estéticamente pero también que deje un mensaje, aprovechar el espacio para algo que nos interpele, que nos mueva. Por eso decidí escribir sobre la lucha feminista y las tantas transformaciones que pasamos las mujeres durante décadas de batalla contra un sistema patriarcal presente en todos lados”, señaló la autora. Y valoró del proyecto la oportunidad de que textos de jóvenes escritores y escritoras puedan reunirse y acercarse a la comunidad para llegar cada vez más a nuevos lectores.

La selección de textos estuvo compuesta por un jurado de diversas disciplinas. El escritor y guionista de cine, Leonardo Oyola; el productor, compositor y vocalista en la banda rosarina Matilda, Juan Manuel Godoy; y la docente, escritora y performer, Maia Morosano. “Escribir poesía en los días que corren es un acto valiente y eso es lo que quiero celebrar hoy. La palabra poética propone el vértigo y la posibilidad de la caída. Es un pacto mágico donde aparecen tesoros y sobras que la marea alta deja cuando se va. Las voces de estxs poetxs son eso, el mar revuelto y las olas calmas, el torbellino de arena que nos puede regalar una palabra al final de un verso”, comentó Morosano.

Una pequeña muerte es el texto de Emanuel Canedo, que participó tanto en la primera como en la segunda edición. “Cada una de las ediciones tuvo una consigna distinta, la del año pasado fue ‘florecer’ y este año ‘transformar’, ambas muy gratificantes. Y también es muy gratificante la idea de plantear que los jóvenes hasta treinta años tengan la posibilidad de contar historias, poemas, canciones, y que nos lea este jurado tan importante. El proyecto es muy interesante, porque nos brinda un espacio para desarrollar textos con una consigna clara y a la vez abierta. Es una gran posibilidad para que mucha gente conozca las nuevas letras que van surgiendo en la ciudad, y ojalá se siga repitiendo y generando nuevas convocatorias a lo largo del tiempo”, reflexionó Emanuel.

Por su parte, Juan Manuel Godoy expresó que mientras hacía la selección de textos junto a Morosano y Oyola observó en los escritos de los jóvenes ese mismo rastro iniciático de su adolescencia. “Jóvenes describiendo su entorno, sus sentimientos, sus transformaciones, rescatando instantes íntimos, imaginando mundos posibles, revelándonos y rebelándose. No puedo tener certeza qué será del futuro de los nóveles escritores que integran este libro, algunos quizás sigan escribiendo, otros no, pero de lo que sí puedo estar seguro es que ninguno de ellos será el mismo después haberse lanzado nadar en las aguas de la literatura”, señaló.

Candela Settecase escribió Vos para el concurso, y aunque siempre le gustó escribir, reconoce que este año le dedicó más tiempo y por primera vez se animó a mostrar lo que escribe. “En lo personal fue muy interesante y satisfactoria la experiencia. Cuando quedé seleccionada, sentí sorpresa, nervios, ansiedad, no me lo esperaba para nada y al final, cuando caí en la cuenta, admito que sentí un poco de orgullo internamente”, contó. Con respecto al proyecto, dijo: “Me parece que está buenísimo que existan este tipo de espacios y posibilidades para que les jóvenes puedan mostrar lo que hacen. Escribir es mi cable a tierra, pero como mencioné antes, a veces se me complica dedicarle más tiempo por cuestiones de trabajo lo que hace que concursos como éste abran una especie de puerta para compartir lo que escribo”.

Carla Solís, Rodrigo Castillo y Nadia Rivero forman parte de un colectivo llamado La Bemba del Sur el cual realiza talleres en distintas unidades penitenciarias. El año pasado comenzaron a dictar un taller de encuadernación, escritura y lectura en la Unidad Penitenciaria 16 que se enmarca en el programa Nueva Oportunidad.

Los martes es el día de capacitación y los viernes el espacio de tercer tiempo donde trabajan diversos temas de interés de los jóvenes generando instancias de debate. “El año pasado había llegado la propuesta de participar en Literatura en Flor pero el taller era bastante nuevo y no estaba todavía conformado el tema de la grupalidad, no había cierta confianza, por eso no participaron. Pero este año cuando llegó nuevamente la propuesta del concurso no lo dudaron. El que estuvo siempre más motivado fue Gabriel, que escribió tres textos y uno de ellos quedó seleccionado: De pibe siempre quise ser un superhéroe. Cuando Gabriel se enteró estaba feliz, fue una manera de derribar esa idea de ‘no puedo’”, comenta Carla.

Según la docente la propuesta busca fortalecer el ejercicio de los derechos culturales de las personas privadas de su libertad pero también trascender el propio espacio carcelario en el intento de construir colectivamente otros escenarios y trayectorias posibles. “En el taller logramos crear un mundo dentro de otro mundo porque lo que se genera nos hace olvidar un poco dónde estamos situados”.

Por último, Oyola que formó parte del jurado, contó: “A la edad en la que estos muy jóvenes colegas han participado de este concurso, yo me estaba llevando Lengua y Literatura a marzo. Y para aprobarla, entre otras cosas que tuve que preparar, tenía que leer y comentar algunos de los relatos de Crónicas marcianas. Inesperadamente haber leído esos cuentos, y después el libro completo de Ray Bradbury, me hicieron salir por primera vez de mi barrio. Y no solo a otro planeta. Leer, escuchar música, bailarla; desde aquel momento se volvieron indispensables para mí. Más de una década pasó hasta que me puse a escribir. Y también, gracias a un concurso, fue que por primera vez publiqué. Y que empecé mi carrera como escritor. Por eso, cada vez que me toca ser jurado, lo asumo con mucha responsabilidad. Porque sé muy bien todo lo que está en juego en cada texto que llega a mis manos. Es una oportunidad. Muy valiosa. Es un incentivo para seguir haciéndolo. Es alguien aprobando lo que otro hace en soledad con todas sus inseguridades y su timidez. Y así y todo es solo una opinión. Y el azar de que uno haya estado justo ahí, para encontrarse con estas historias y conmoverse con ellas”.

Este año las obras seleccionadas fueron:

“Albor”: Giuliana Andino

“Ciclos”: María Eugenia Briata

“Cines”: Laura Inés Miyara

“Constructo”: Sabrina Marinozzi

“Cuatro letras te sostienen”: Juan Ignacio Salvi

“De pibe siempre quise ser un superhéroe”: Gabriel Acosta

“Desvelo”: Paulina Rodríguez

“El cauce correcto (Go with the flow)”: Paula Pascuali

“El paso del tiempo”: Bárbara Ausili

“Hondura”: Georgina Rivolta

“La niñez que nunca volverá”: Amilcar Unsain

“Masdurar”: Carla Soledad Prado

“Mensaje”: Sofía Medina

“Mujeres de nueva historia”: Luciana Redondo

Poema sin título: Paloma Siemens

“Primavera somos”: Ayelén Farías

“Sala 76”: Nahuel Juárez

“¿Soy?”: María Emilia Díaz

“Una pequeña muerte”: Emanuel Martín Canedo

“Vos”: Candela Settecase

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