Cumpliendo el compromiso de desarrollar un plenario al mes bajo el nombre DesayunATE, la Secretaria General del gremio y referenta de este segmento empobrecido y feminizado de la administración pública provincial, Lorena Almirón, expresó su disconformidad ante el ajuste y las situaciones en las escuelas. Y planteó que el salario no debería estar debajo de $1.600.000.
“Somos en su gran mayoría mujeres sostén de familia. Por eso cuando se discuta nuevamente la paritaria vamos a estar en las calles. Las y los asistentes escolares somos fundamental en la comunidad educativa pues no podemos permitir que le dé lo mismo a que haya un asistente escolar que sea estatal de la provincia a que te pongan una empresa tercerizada, que es hacia donde quieren ir”, advirtió.
El salón Héctor Quagliaro recibió a decenas de asistentes escolares quienes bocetaron su agenda de reclamos. Pese a la creciente necesidad de cargos la respuesta gubernamental es inentendible. “El cargo que no cubren, es un cargo que se va de la escuela, por lo tanto su necesidad es esencial. No podemos permitir, como lo hacen en otras provincias, que los cargos se cubran con personas de empresas tercerizadas. Tenemos que estar atentos a esto”, destaco Almirón.
El sueldo en la cartera de Educación es de los más bajos en la administración pública santafesina, a lo que se debe sumar las pésimas condiciones de trabajo que afectan a la salud de las y los trabajadores. “Para cambiar nuestras condiciones de trabajo es necesario exigir mejorar la seguridad e higiene y que se respete la normativa. Por hora extendida y sobrecargados los efectos físicos son muy lesivos”, explicó Almirón.
Durante el debate de cómo dar batalla al fuerte ataque que enfrenta el sector y todas y todos los trabajadores estatales los asistentes votaron además realizar asambleas en los lugares de trabajo. Entre las distintas voces con tono a bronca e indignación, el repudio al gobernador fue el que más resonó en el Quagliaro. También hubo un atronador rechazo a los representantes paritarios que, nuevamente, desoyeron a las bases y firmaron contra sus intereses.
“Es fundamental recuperar la charla con los y las compañeras, multiplicar las asambleas. El rol del delegado y delegada de ATE Rosario es hablar con el compañero y compañera. Leer el reglamento, formarse e informar”, recordó la dirigente.