La iniciativa fue adelantada por el ministro de Economía Martín Guzmán en declaraciones públicas y se trata de un proyecto para “redistribuir la renta inesperada”. El mismo abarcará a todas aquellas materias primas que experimentaron fuertes subas de precios como consecuencia del cambio en las condiciones internacionales a raíz de la guerra. Según transcendió apunta particularmente a granos, minerales, petróleo y gas.
El propósito del Gobierno es destinar los fondos que se obtengan por esta vía fundamentalmente para compensar a los sectores de trabajadores que no están sindicalizados y que no cuentan con el recurso de negociar en un paritaria en un contexto inflacionario.
La medida se tratará de un proyecto de ley que será enviado a la Cámara de Diputados para su tratamiento. Resta definir si será un impuesto por única vez, o permanente, o un aporte. También cuáles serán los valores que la iniciativa tomará como referencia a los efectos de determinar la ganancia extraordinaria.
En tal sentido, una de las ideas que se barajan en el Ministerio de Economía es dar un ingreso como un bono para los trabajadores en negro y monotributistas semejante al Ingreso Familiar de Emergencia que otorgó durante la crisis sanitaria desatada por el coronavirus.
Cabe señalar que estudios de mercado registran un debilitamiento en el consumo de los sectores cuyos ingresos están inmediatamente por encima de los mínimos. Estos últimos son alcanzados por distintos programas asistenciales del gobierno (AUH, planes, canastas, tarjeta Alimentar), pero no sucede lo mismo, por ejemplo, con cuentapropistas que se encuentran en situación precaria.
Fuente: Eco 365
