Perdida

Bogotá, Colombia. Antonio, un hombre español, traga bolas de cocaína en una habitación de hotel. Parece estar nervioso. Al terminar, se dirige al aeropuerto, callado, reservado. Allí es detenido. 13 años antes. Valencia, España. Antonio se dispone a comer en un chiringuito de playa junto a su mujer Inma y su familia. Su hija Soledad, de cinco años, juega en la arena. La madre avisa a la niña, pero la pequeña no responde. Todos acuden a buscarla, no hay ni rastro. Es como si se la hubiera tragado el mar… Perdida narra en una doble línea temporal el viaje de unos padres que harán lo indecible para descubrir lo que ha pasado con su hija.