Pasaron cuatro años del primer 3 de junio, pasaron cuatro años desde que el movimiento de mujeres empezó a ser escuchado. Pasaron cuatro años del primer Ni una menos. El crimen de Chiara Pérez, una adolescente de 14 años, ocurrido en mayo de 2015 nos hizo decir basta.
Durante estos cuatro años se registraron en Argentina 1193 femicidios dentro de los cuales 1043 fueron íntimos de mujeres. El 88% de los crímenes fueron cometidos por hombres del círculo íntimo y conocidos de la víctima, el 13,2% por un familiar y el 3,3% por desconocidos, según los datos del observatorio “Ahora que sí nos ven”.
Cada 29 hs hubo una víctima de violencia machista, en Argentina, durante cuatro años. A 6 de cada 10 mujeres las asesinó su pareja o ex pareja. A 7 de cada 10 pibas las mataron en su propio hogar. Además. El 17,5% de las víctimas realizaron denuncias previas y el 11% tenía medidas de protección. También se registraron 31 travesticidios en el mismo período. Las cifras son alarmantes. Las cifras son fuertes, asustan. En la ciudad de Rosario, las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries volvían a las calles para gritar Ni una menos.
Durante tres lunes seguidos se realizaron asambleas en el Centro Cultaral La Toma para armar entre las diferentes organizaciones feministas, sociales, partidos polìticos, colectivos LGBTTIQ+, el documento que se lee al final de la movilización. Entre las principales consignas para este año se encuentran: la exigencia de mayor presupuesto para prevenir y erradicar la violencia hacia las mujeres, el tratamiento, la aprobación y la inmediata designación de las partidas presupuestarias necesarias para la Ley de Emergencia en violencia contra las Mujeres.
A nivel provincial el reclamo estaba dirigido a la aprobación de Ley de paridad, de cupo laboral trans y la ley de educación sexual integral.
La concentración comenzó cerca de las 16 hs en la Plaza San Martín, para partir hacia el parque Nacional a la Bandera, donde nos esperaba el documento propuesta en asamblea. El mismo hacía hincapié en el pedido de justicia por todas las víctimas de femicidios, lesbicidios, travesticidios, transfemicidios, la construcción de una universidad feminista y la plena implementación de las ley Micaela y ley Brisa.
“Nos mueve el deseo de transformar la realidad. Porque vivas, libres, plenas, juntas, gobernando y desendeudades nos queremos”, señalan desde el colectivo “Ni una menos”.