Rosario es ciudad autónoma desde este lunes, un estatus que anhelaron tantos intendentes y que hoy Pablo Javkin pudo concretar al promulgar la ordenanza y hacerlo realidad, justo en el año en que impulsa la celebración de lo que da en llamar el Tricentenario.
Sobre el Monumento a la Bandera, el Ejecutivo municipal encarnó un hito de la historia política de la ciudad con la firma de la ordenanza que le otorga autonomía municipal. Javkin firmó en un escritorio acorde a la ocasión, diseñado por el arquitecto del Monumento, Ángel Guido, y sobre él, los tinteros del exgobernador Nicaso Oroño (1865-1868), un ejemplar de “El régimen municipal”, de Lisandro De la Torre, y el original de la Carta Orgánica de 1933, el antecedente en el que Rosario intentó ser autónoma y una intervención federal se lo impidió.
Entre tanto simbolismo, con un auditorio reducido pero nutrido de funcionarios, legisladores, concejales, prensa, y demás referentes de lo que suele llamarse “fuerzas vivas”, Javkin definió el momento como “uno de los más trascendentes de la historia de Rosario, un sueño de más de un siglo, que ahora ocurre de una vez y para siempre. Bienvenidos a la Ciudad Autónoma de Rosario”, festejó el jefe municipal.
Todo lo que implica de nuevo para Rosario esta flamante categoría institucional está resumida aquí.
El intendente incluyó en el discurso su reconocimiento a la iniciativa del gobernador Maximiliano Pullaro en impulsar la reforma constitucional que posibilitó la autonomía municipal en la provincia, y a los convencionales constituyentes que la llevaron a cabo. Y de paso también, a los concejales y concejalas que sancionaron la ordenanza por unanimidad, más allá de las objeciones planteadas por algunos referentes opositores.
Javkin consideró que el arribo a esta instancia marca “el fin de una deuda, el inicio de una nueva era, la mayoría de edad para la ciudad, el derecho de decidir por nosotros mismos”, abundó. Lo relacionó con los años pasados de intensa violencia urbana y letalidad que marcó a la población y dijo: “Esto es para siempre, que nunca más se anime nadie a ponerse en contra de Rosario”.
Javkin le dedicó el momento y la promulgación de la norma a Oroño y a De la Torre, y a los predecesores que también soñaron con gobernar una Rosario autónoma, Luis Lamas (1898-1904), Luis C. Carballo (1958-1962), Miguel Culacciatti (1915, y 1935-1938), Hermes Binner (1995-2003) y Miguel Lifschitz (2003-11).
Fuente: Rosario 3


