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jueves 21 noviembre 2024
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Central, dueño del clásico: gracias a otra genialidad de Malcorra le ganó a la lepra

En un clásico intenso, friccionado y mal jugado, el equipo de Miguel Ángel Russo se impuso 1-0 en el Coloso

Rosario Central venció como visitante a Newell’s Old Boy por 1 a 0 en el Coloso Marcelo Bielsa del Parque de la Independencia y se quedó con el clásico rosarino, en partido correspondiente a la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional de Primera División de fútbol, gracias al gol marcado por Ignacio Malcorra a los 12 minutos del segundo tiempo.

Flojísimos. Así fueron los primeros 45 minutos. Con Newell’s intentando ser protagonista por ser local, aunque generando poco. Mientras, Central se aferró al empate y casi que no le llevó peligro a Macagno.

Los dos directores técnicos sorprendieron con las formaciones apostando por hombres más veloces y de ataque, aunque durante los iniciales 45 minutos no hubo conexiones futbolísticas aceitadas.

Lo que sí hubo fue mucha fricción, múltiples imprecisiones y un arbitraje que cortó demasiado el juego.

A los 18 minutos se infló la red del arco canalla cuando Francisco González aprovechó un rebote en Broun y con un zurdazo anotó, pero el asistente levantó la bandera: posición adelantada clara y todo igual.

Newell’s quizás fue el que más intentó. Y con los centros de Martino se acercó con peligro. Primero con un cabezazo de Ramírez con el balón quedando en el ‘techo’ del arco y luego con una asistencia que terminó con un zurdazo débil a González al pecho de Broun.

Antes, una media vuelta de Brian Aguirre obligó a una estirada del arquero auriazul para enviar el balón al tiro de esquina.

¿Central? Fue un equipo largo, estático, con rendimiento pobres y que abusó del centro y del pelotazo, ya que Malcorra, Campaz, Gómez y compañía nunca sintonizaron la misma onda.

Apenas un cabezazo de Mallo a las manos de Macagno y un par de centros peligrosos fue lo que aportó el Canalla. Poco, muy poco.

También hubo mucha fricción. Varias amarillas, demasiada pierna fuerte, mucha discusión, juego cortado y un arbitraje que no benefició al juego. Así, con poco por cada lado, se fueron unos pobres 45 minutos.

Newell’s salió con más intensidad y tratando de ser más protagonista en el complemento. Intentó, pero siempre chocó contra los centrales canallas.

Y en la primera clara que tuvo Central, no perdonó. A los 11, Malcorra recibió en la derecha, amagó, le quedó el hueco y sacó un zurdazo a colocar que fue inatajable para Macagno, desatando la alegría de los canallas y la desazón de los leprosos.

 

Con el correr de los minutos, Central se retrasó y le dio más terreno y tenencia del balón a Newell’s, aunque los locales abusaron del centro.

La más clara estuvo en los pies de Aguirre primero, quien remató desde lejos y Broun tapó, y luego en el rebote de Glavinovich, cuyo zurdazo impactó en el pecho del arquero.

Además, Ramírez estuvo cerca con un cabezazo desde el punto penal que salió desviado.

La impotencia de Newell’s contra la templanza de Central. Así transcurrieron los minutos finales. Con la experiencia del Canalla prevaleciendo contra la inoperancia y falta de actitud de la Lepra.

Así llegó el final. Con Central en campo contrario, sin pasar sobresaltos y esperando solamente el pitazo. La historia se repitió como el año pasado, cuando el mismo Malcorra con un zurdazo había anotado el 1-0 en el Gigante. Este domingo, el mismo N° 10 frotó la lámpara y con otro zurdazo dejó golpeado a todo Newell’s. Una vez más.

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