Un niño asustado es un momento particular en la vida de sus protagonistas como lo es
también para cada uno de sus intérpretes y director.
Es justamente para nosotros y para nuestros recuerdos, que quisiéramos conservar,
que aparece esta obra destilando la llegada de un nuevo amanecer, pero al mismo
tiempo empezando por un lado a despedirnos de muchas cosas y por otro lado
empezando a entender algunas otras.
“Un niño asustado” retoma muchas tradiciones teatrales, las mas cercanas. Deviene del
camino de los intérpretes y de su director quienes se encontraron al borde del camino,
a un costadito y decidieron dar lugar a esta primera coproducción entre Esse Est
Percipi y Rosario Imagina, ambos grupos fundadores de LA ORILLA INFINITA,
ese galpón del barrio República de la Sexta devenido Teatro Independiente.
“Un niño asustado” remite de algún modo a palabras de Macedonio Fernández “hay un
mundo para todo nacer y no nacer no tiene nada personal, simplemente no haber
mundo”.
No se ha visto quien naciendo no se encontrase con un mundo, de modo que creemos
entonces que este mundo lo traemos nosotros y lo llevaremos si en definitiva nos
morimos como temen algunos.
Los ocho fragmentos que conforman la obra recorren los pequeños mundos que cada
uno de los que la hacemos tenemos y por suerte conservamos y vienen con nosotros a
pesar del olvido, a pesar de que otras preocupaciones nos invaden hasta ese lugar que
todos los que hacemos teatro tenemos que es el escenario.