A partir de este fin de semana largo y con el objetivo de reforzar la seguridad náutica, comenzarán a realizarse controles sorpresivos y aleatorios de alcoholemia (y eventualmente de narcolemia) a quienes ingresen o regresen del río. La medida surge de un acuerdo entre la Municipalidad, Prefectura y autoridades provinciales, junto a representantes de clubes náuticos y guarderías.
La decisión fue impulsada a partir de una propuesta de la concejala Anahí Schibelbein y en el marco de las discusiones del Consejo Consultivo del Río, tras el siniestro ocurrido semanas atrásen el que una embarcación conducida por una persona alcoholizada embistió a una familia que navegaba en la zona de la desembocadura del arroyo Ludueña.
Cómo serán los controles
Los operativos se desplegarán desde este fin de semana largo en muelles de guarderías y clubes náuticos, con presencia conjunta de personal de Prefectura e inspectores municipales. Los procedimientos serán móviles, temporales y en distintos horarios, para garantizar la aleatoriedad.
Los navegantes deberán someterse a dos instancias: alómetros, dispositivos que detectan alcohol en el aliento, y alcoholímetros, en caso de que el test preliminar arroje un resultado positivo.
Además, se contempla la posibilidad de realizar tests de narcolemia para determinar consumo de sustancias ilegales.
Quién fiscaliza
Si bien la potestad de controlar en el río es de Prefectura Naval, el organismo actualmente no cuenta con alcoholímetros homologados. Por eso, se definió un esquema mixto en el que Prefectura aportará personal y diseñará el dispositivo de fiscalización, y la Municipalidad sumará inspectores y pondrá a disposición alómetros, alcoholímetros y narcotests.
Mejor prevenir
Desde el municipio remarcan que el objetivo central es la prevención y el cuidado. “El trabajo de control tiene que ser siempre preventivo y de concientización. Y el mensaje es claro: no se debe tomar cuando uno se va a embarcar en el río”, sostuvo el secretario de Control y Convivencia, Diego Herrera.
El funcionario comparó la situación con la evolución del tránsito en la ciudad: “En Rosario, a lo largo de los años bajó notablemente el índice de positividad gracias a más controles y a la concientización. Ése es el camino también en el río”, afirmó.
Las sanciones, según la gravedad de la falta, oscilan entre $ 221.000 y $ 4.420.000 y podrían incluir el retiro temporal o definitivo del carné habilitante.
Qué dice la normativa vigente
La disposición N.º 3/2011 de Prefectura Naval Argentina establece que quienes conduzcan embarcaciones tienen prohibido consumir alcohol. Sin embargo, fija límites máximos tolerados: 0,5 g/l de sangre para embarcaciones a motor y 0,2 g/l para motos de agua y similares.
La normativa también obliga a los conductores de embarcaciones deportivas a realizar las pruebas en caso de ser requeridas. En tanto, negarse constituye una falta y se presume que hubo consumo.


