La Tropa de Operaciones Especiales (TOE) llevó a cabo este jueves una serie de allanamientos en Rosario y Granadero Baigorria en el marco de la investigación por el doble crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte y Daniel Raúl “Rana” Attardo, jefe y subjefe de la barra brava de Rosario Central, respectivamente. Como resultado de los operativos, dos personas fueron aprehendidas y se incautó una gran cantidad de droga, además de un vehículo que será peritado.
Uno de los detenidos tendría fuertes vínculos con la banda narco conocida como «Los Menores», un grupo delictivo que, según la investigación, buscaba desplazar a Bracamonte del liderazgo de la hinchada canalla.
Los procedimientos fueron ordenados por los fiscales Luis Schiappa Pietra y Georgina Pairola. Los detenidos fueron identificados como Alejandro Z. y Alejandro V., y están acusados de, al menos, haber prestado apoyo logístico para el ataque ocurrido el 9 de noviembre en Avellaneda al 700 bis.
En uno de los domicilios allanados, los agentes encontraron 40 panes de marihuana, lo que refuerza la hipótesis de un vínculo narco en el crimen de los referentes de la barra brava.
Imputaciones previas y el rol de la riñonera robada
Como parte de la misma causa, ya habían sido imputados Martín Leopoldo “Pitito” Martínez –considerado el número 3 de la barra– y Leila Navarro, hija del fallecido barrabrava Julio César “Tito” o “Cara de goma” Navarro.
A Martínez se lo acusa de haber robado una riñonera de la escena del crimen, la cual contenía un celular Xiaomi Redmi Note S9 y cadenas de oro pertenecientes a “Rana” Attardo. Junto a su primo, Marcelo Sebastián Martínez, también imputado en la causa, habría sustraído ese elemento clave y brindado información falsa en sede judicial.
Por su parte, Leila Navarro fue imputada por haber recibido la riñonera robada, la cual fue hallada en su domicilio, aunque sin el teléfono de Attardo, un dispositivo que, según los investigadores, contenía información clave para avanzar en la causa.
«Los Menores», la banda señalada desde el inicio
Desde el comienzo de la investigación, la banda de Los Menores fue mencionada como la principal sospechosa del crimen. Se cree que buscaban desplazar a Bracamonte del control de la barra y que contaron con complicidad de personas cercanas a la víctima para emboscarlo en las inmediaciones del Gigante de Arroyito.
Uno de los datos clave que analizan los investigadores es que, el día del ataque, Bracamonte cambió su hoja de ruta habitual. En lugar de dirigirse hacia el country Los Álamos de Ibarlucea a través del Parque Alem, abordó una camioneta S10 blanca para tomar Avellaneda hasta una estación de servicio en Cándido Carballo, donde luego la Policía halló su vehículo estacionado.
No era la primera vez que Bracamonte era blanco de un ataque. En agosto del año pasado, luego del clásico que Rosario Central le ganó a Newell’s, intentaron asesinarlo con doce disparos, uno de los cuales rozó su espalda, mientras que otro hirió a su pareja. En esa ocasión, el atacante escapó en una moto que lo esperaba a pocos metros.
La investigación sigue en curso y los fiscales buscan determinar el grado de participación de los nuevos detenidos, mientras continúan las pericias sobre los elementos incautados.