El primer barco hacia Japón con dulce de leche argentino zarpará la semana que viene. El tradicional producto que se venderá en las góndolas japonesas, es fabricado por la firma santafesina San Ignacio, a la cual le llevó dos años cumplir con las exigencias de ese mercado.
El director de San Ignacio, Alejandro Bertín, comentó al diario La Nación que: “El volumen no es importante, lo clave es ver cómo ser mueve, cómo rota. Debimos sortear las exigencias de un mercado muy duro en cuanto a reglamentaciones y rotulado con ítems que otros nos piden”. En tanto, la empresa produce 10.000 toneladas al año de dulce de leche en su plata de Sauce Viejo.
Desde la fábrica, destacan que Japón es relevante por su “alta exigencia, porque es exótico y tiene buen potencial”. San Ignacio exporta entre 12 y 15 por ciento de su producción total y es la única fábrica argentina habilitada para vender a la Unión Europea. Sus productos también llegan a Filipinas, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Latinoamericana.
La embarcación zarpará la semana que viene con cuatro pallets de frascos de vidrio.