La historia comenzó en una charla que Carrió brindó con un foro empresarial en Paraná, Entre Ríos. Allí, entre chicanas, se despachó contra sus “socios” de Cambiemos. “Si yo tuviera interés, habría una interna y yo no tengo interés en ningún cargo. En consecuencia, la alianza está asegurada. Y los radicales harán lo que nosotros digamos, ¿no es así (Atilio) Benedetti?”, le dijo entre sonrisas a el diputado radical que estaba presente en el lugar.
La respuesta no tardó en llegar. “Somos un partido político nacional, soberano en sus decisiones y democrático hacia adentro. No un proyecto personal ni un liderazgo mesiánico”, expresó el comunicado en sus primeras líneas. Y agregó: “La frivolidad discursiva alimenta de manera peligrosa a la oposición. Los argentinos necesitan seriedad, no un stand up permanente”.
En el cierre del comunicado los radicales establecieron: “Que nos diga Carrió, realmente, cuánto aporta hoy a Cambiemos y a las políticas del Gobierno Nacional. Seguramente sea menos que las propinas que deja”.