La jornada contó con la presencia de la vicegobernadora Alejandra Rodenas; el intendente Pablo Javkin; la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck; senadores santafesinos; y diputados nacionales y provinciales.
Al momento de exponer su discurso de apertura, el presidente de la Corte Suprema de Justicia estuvo acompañado por los ministros Roberto Falistocco, Eduardo Spuler, Rafael Gutiérrez, María Angélica Gastaldi y Mario Netri.
El presidente del máximo tribunal santafesino presentó un discurso sumamente crítico en el que marcó que «jueces y abogados deben asumir el impacto que la buena o mala litigación tiene en los procesos, los tiempos de la justicia y la calidad de sus decisiones», a la vez que consideró que «actualmente no se litiga demasiado bien».
Según planteó, esto sucede «porque no se asume la necesidad de una oportuna construcción estratégica del caso; ni los jueces la función o rol que deben cumplir, mucho menos cuando la falta de audiencias públicas permite trabajar de espaldas a la gente, de modo cuasi secreto».
Igualmente, Erbetta señaló: «Reivindicamos el sistema de audiencias públicas y orales pero los jueces debemos internalizar que tenemos una responsabilidad con el caso, dentro de la audiencia pero también por fuera de la audiencia porque la falta de dirección y ejercicio de la función impacta además en todo el sistema de organización y gerenciamiento. No es posible que haya audiencias preliminares que admitan 300 o 700 testigos, sin exigir ni evaluar la pertinencia, la validez y la no sobreabundancia».
«Es -continuó- inaceptable que haya tribunales que demoren entre 6 meses y hasta 1 año para dar los fundamentos de sus veredictos; que los recursos de apelación se conviertan en un segundo juicio ordinario o los recursos extraordinarios en un tercero. Tampoco es posible admitir sentencias burocráticas o conceptualistas, de 50, 100 o hasta miles de páginas repletas de derivaciones que no guardan relación con el caso, cuando reclamamos lenguaje claro y acceso a la justicia».