Los datos del IPC de julio no están influenciados aún por la devaluación del tipo de cambio que decidió el Gobierno este lunes, ya que el impacto en los precios se verá recién en el informe del mes próximo, que se conocerá a mediados de septiembre. Las consultoras empezaron ya a proyectar que los índices mensuales de agosto y septiembre podrían ser de dos dígitos.
Pero julio, aún sin ese movimiento cambiario, había tenido elementos que explicaron esa aceleración tras el “piso” (alto) de 6% en junio para 2023. Sobre la última semana del mes, las medidas adoptadas para paliar el drenaje de reservas –el dólar agro a $340 y la devaluación fiscal que implicó la aplicación del impuesto PAIS al 7,5% y 25% a las importaciones según su carácter– impactaron en los precios, con particular destaque para el salto en el valor de la carne. También el salto de la brecha cambiaria y la fuerte presión del dólar informal, prevén fuentes oficiales, tuvo algún efecto sobre fines de mes.