A lo largo de este libro, Belén López Peiró cuenta cómo fueron las distintas situaciones de abuso que sufrió por parte de su tío, comisario de un pueblo y “hombre de familia”. Debido al crédito que tenía por esos títulos, cuando ella se animó a confesar y a denunciar todo lo que había pasado, nadie le creía. Incluso ni su tía, ni su prima le creyeron, la trataron de mentirosa y dijeron que todo lo que relata era inventado.
“¿Por qué volvías cada verano?” es la pregunta que más se repitió sobre Belén tras atreverse a denunciar. De ahí el título de la novela para transmitir su relato. Se trata de una investigación en torno a las condiciones que llevan a las mujeres a guardar silencio tras situaciones de abuso.
La historia está contada a través de distintas voces: la de sus familiares: su tía, su prima, su madre, su hermano y la de los empleados del poder judicial que fueron tomando cartas en el asunto luego de la denuncia. Mediante esta narración, la autora logra plasmar el modo en que fueron respondiendo las personas que la rodean frente a su confesión. A su vez, el libro se va dividiendo entre los pasajes del expediente judicial incluyendo las declaraciones y los testimonios.
Los hechos ocurrieron entre los 13 y 16 años de Belén en el pueblo de Santa Lucía. Esta novela de no-ficción fue una de las herramientas clave que llevó a tomar la decisión de Thelma Fardin para iniciar el proceso judicial en Nicaragua contra Juan Darthés.
Es un relato fuerte, crudo y de lectura obligatoria para entender mejor la situación que atraviesan las víctimas de abuso y el por qué de su accionar. Por qué callan, por qué deciden hablar cuando lo hacen y las consecuencias que traen los abusos en su vida en cuanto al aspecto psicológico, físico y también social. Los abusos no sólo dejan marcas en el cuerpo sino en el modo de relacionarse con los demás.