Nadia Podoroska dio el gran golpe: logró el pase a las semifinales de Roland Garros al superar a la ucraniana Elina Svitolina, número 5 del mundo, al imponerse por 6-2 y 6-4.
No fue fácil el comienzo para Podoroska: no pudo defender su saque en el primer game. Sin embargo, empezó a armarse desde temprano y logró quebrarle a Svitolina en el segundo game. De a poco, la rosarina fue soltándose y logró combinar con reveses paralelos -el golpe más difícil del tenis- y dropshots, más allá del efecto contraproducente del viento. La ucraniana nunca pudo encontrarle la vuelta al partido en el primer parcial, y así fue como padeció dos nuevos quiebres.
La ucraniana se recuperó con una nueva rotura de saque para sostenerse 2-5, Podoroska sometió con mucha autoridad a su rival, a quien le terminó quebrando su último servicio en cero. De hecho, las estadísticas fueron contundentes: le quebró los cuatro saques. El primer parcial dejó un impecable trabajo estratégico de la campeona panamericana en Lima 2019. Además, su lenguaje corporal reveló una sorprendente seguridad para lo que significa esta instancia, en un torneo de Grand Slam.
En el segundo set dominaron los nervios en ambas, con una sucesión de quiebres de uno y otro lado: hasta el 4-4 hubo nada menos que seis roturas de saque, lo que hizo del partido una cadena de errores propios en sus respectivos games de saque. Sin embargo, Podoroska insistió con sus dos herramientas clave de juego: esos latigazos paralelos de revés y los drops que frustraban a Svitolina cuando intentaba al menos pasar la pelota a centímetros de la red.