El santafesino de 33 años fue elegido como el segundo mejor jugador del mundo por especialistas. No solo pesó su actuación en Japón (inolvidable el triunfo frente a Brasil por la medalla de bronce), sino que también resultó determinante su producción en Lube Civitanova, club italiano al que llegó comenzada la pandemia de Covid. Con dicha institución se consagró campeón de la liga y también ganó la copa nacional. En el Mundial de Clubes disputado en Brasil perdió la definición contra el local Sada Cruzeiro.
A través de las redes sociales, Luciano agradeció la mención: “Gracias a todos, en especial a mis compañeros que son el verdadero motivo del resultado colectivo de este año”.