El Concejal, Federico Lifschitz, realizó la presentación ante los medios de comunicación, este martes, por la mañana. El paquete incluye: un Censo Municipal, la eliminación de cargos a dedo, un mecanismo público y transparente de acceso al Estado y un test antidoping para funcionarios y ya fueron ingresados al Concejo.
“Hay que ajustar lo que no funciona”, aseguró y pidió terminar con los privilegios segurando que el municipio debe estar organizado de manera transparente y profesional. “Para eso hay que auditar cómo se usan los recursos de todos los rosarinos y ajustar lo que no funciona,” lanzó.
“Quiero profesionalizar y optimizar la municipalidad. Darle transparencia en materia de sueldos, licencias y gastos. La ciudad que viene tiene que ser ordenada y planificada, con un municipio que sea capaz de dar respuestas y esté al servicio de los vecinos”, comenzó diciendo el Concejal.
CENSO
Como primera medida, planteó la necesidad de realizar un Censo. “Quiero que se abran las puertas de la Municipalidad, relevar a todos los que prestan servicio, ya sea la planta permanente o transitoria, como los contratados, monotributistas y pasantes. Tenemos que mejorar la planificación y la asignación de recursos, detectar irregularidades y fortalecer la transparencia institucional.
Los últimos datos publicados muestran que tenemos más empleados en Cultura que en áreas críticas como por ejemplo Control mostró el edil y agregó: “Casi la mitad del gasto del municipio se va en personal. Para el presente año, el Presupuesto Municipal prevé, en su Administración Central, un gasto total de 324 mil millones de pesos en concepto de remuneraciones. No podemos cargar con más impuestos a los rosarinos, hay que ajustar lo que no funciona”.
CARPETA MÉDICA
Lifschitz quiere saber qué cantidad de trabajadores municipales se encuentran en uso de carpeta médica. También pidió informes sobre la duración de dichas licencias y las dependencias en las que prestan servicios.
En línea con la idea de adoptar medidas tendientes a optimizar el desempeño de la administración municipal, dijo: “Creemos que hay un número de licencias médicas otorgadas sin que haya una patología acorde para que no se vaya a trabajar. En esos casos es necesaria una auditoría médica. El problema no son los empleados laburantes, sino los vivos que quieren sacar ventaja de todos los rosarinos”.
POR MÉRITO, NI A DEDO NI POR HERENCIA
Lifschitz quiere que se privilegie la idoneidad, el mérito y la capacitación constante para la planta estatal. Presentó un proyecto para conformar un Mecanismo de Evaluación para el Reclutamiento Idóneo y Transparente de Oportunidades para terminar con los cargos hereditarios.
El Concejal sostuvo “Queremos garantizar la optimización del recurso humano con un concurso público y abierto, evaluación de antecedentes, examen escrito y un comité evaluador multidisciplinario. Así garantizamos más confianza en el Estado local y un ingreso por capacidades reales, ni a dedo ni por herencia”, aseguró.
Entre las particularidades del proyecto del Concejal, también se destaca el llamado a Concurso Público, teniendo en cuenta las necesidades reales de la gestión municipal, los perfiles, vacantes a cubrir y el presupuesto que se necesitará.
Además, el Concejal presentó una modificación a uno de los articulados del Estatuto y Escalafón para el Personal de la Municipalidad de Rosario con el fin de terminar con los cargos hereditarios, posibilitando la real e igualdad de oportunidades en el ingreso a la administración pública municipal.
TEST TOXICOLÓGICO AL PERSONAL POLÍTICO
El paquete de medidas cierra con la implementación de exámenes toxicológicos periódicos a todo el personal político en Rosario. Busca prevenir situaciones que puedan afectar el correcto ejercicio de sus funciones y la toma de decisiones.
“El proyecto incluye al Intendente, Secretarios, Subsecretarios, Directores, Jueces del Tribunal Municipal de Faltas, Autoridades de Entes Autárquicos y Descentralizados y Concejales. “Si manejamos los recursos de los rosarinos, tenemos que estar limpios”, dijo el edil.
Se propone un test obligatorio al asumir el cargo y dos controles anuales aleatorios.
Los resultados serán públicos y supervisados por la Facultad de Bioquímica UNR y los test los pagará cada funcionario con el dinero de su bolsillo. Habrá sanciones ante consumo injustificado o negativa a testearse. Si alguien da positivo, se lo desplazará del cargo.