En conferencia de prensa, el senador por el Departamento San Lorenzo, Armando Traferri en conjunto a la ministra Silvina Frana, juntos a los especialistas de la cartera, brindaron detalles de los inconvenientes que heredó el Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, respecto a esta obra en particular. Ya que, desde el 2018 la empresa contratista y el gobierno ejecutivo provincial, encabezado por Miguel Lifschitz (periodo 2015-2019), mantenían un conflicto de partes que no fue resuelto.
Una de las consecuencias adversas derivadas de la falta de resolución del problema planteado se refleja en los incrementos de costos. De un presupuesto de 243 millones se llega hoy a un valor de 587 millones de pesos. La controversia no resuelta le acarrea al estado un mayor costo del orden del 241%. Hoy la obra se encuentra neutralizada con tan solo un 7% de avance certificado.
Traferri, aseguró que esto se produjo por “una situación de extrema irresponsabilidad, por parte del gobierno provincial anterior. Si bien nos pusimos al frente de Santa Fe y queremos gobernar para dar solución a los problemas y no para quejarnos de los que nos dejaron, es necesario comunicar a la sociedad porque hace 520 días esta obra está paralizada. La realidad es que hoy nos toca solucionar un problema que debería haber sido resuelto en tiempo y forma”.
“Lamentablemente los inconvenientes de fondo que la empresa contratista y el gestión anterior tenían, no fueron resueltos y con el pasar de los días y con la no resolución del problema sumó ahora además un conflicto económico”, sostuvo Frana.
“El hecho de que una obra licitada en 2018, a junio de 2020 solo tenga un siete por ciento de avance habla, a las claras, de un problema de fondo que no pudieron resolver y que hoy heredamos y nos obliga a re-programar la obra”.
Además, la Ministra Frana elaboró y presentó a los medios presentes un documento que informa de manera breve el estado de situación del Contrato en referencia.
Resumen del documento
El Proyecto licitado fue elaborado por profesionales del Instituto Nacional del Agua (INA), mediante convenio suscripto al efecto, ratificado por las áreas técnicas intervinientes del ex Ministerio de Infraestructura y Transporte (ex MIT), y aprobado por Resolución Nº324, de fecha 08 de mayo de 2018.
En las Especificación Técnicas Particulares, del documento, se prevé la presentación de la metodología constructiva antes del Inicio de la Obra, conjuntamente con el Plan de Trabajos y documentación administrativa de práctica, para ser evaluado y aprobado por la Secretaría de Recursos Hídricos.
A su vez, el 26 de diciembre de 2018, la empresa Contratista, argumentó, previo a la presentación de la metodología constructiva, que la pantalla de tablestacas no cumplía con los parámetros básicos de estabilidad y remitió una verificación estructural elaborada en base a criterios propios.
Sobre esto, el INA elaboró un Informe ratificando el proyecto original (lo que genera la controversia técnica con la empresa)como respuesta a dichas observaciones, este fue avalado por las áreas técnicas del Ministerio de Infraestructura y Transporte, de la gestión pasada. El 26 de febrero de 2019 se entregó a la empresa contratista dicho informe, que ratificaba que: “el proyecto licitado cumple con los requisitos de estabilidad y resistencia requeridos por la normativa vigente en la República Argentina”. Por este motivo, se instruyó a la Contratista para que “gestione sin más dilaciones, la compra de las tablestacas, dando cumplimiento al Plan de Trabajos.”
Ante el nuevo informe elaborado por el INA, la contratista sostiene su posición contraria y su decisión de no avanzar con la obra y, a su vez, solicitó la intervención de un tercer profesional.
Tras este nuevo pedido de la empresa, surgen un sinnúmero de incumplimientos de la misma, aún con la contratación del profesional, Ingeniero Raúl Zamboni, que elaboró una serie de recomendaciones, sumado al exhaustivo informe del INA ratificando que “el proyecto es adecuado y cumple con los requisitos de estabilidad y resistencia requeridos”.
En forma reiterada se solicitó el inicio de obra conforme a que el proyecto licitado cumplía con la normativa vigente en la República Argentina. Mediante una nueva nota de fecha 31 de octubre de 2019, la empresa Contratista suma al problema técnico el tema financiero, argumentando un pedido de neutralización de obra por el quiebre de la ecuación económico-financiera del contrato.
Cabe aclarar que se han ejecutado ítems parciales del contrato que no representan partes de obra terminadas ni cumplen, en las condiciones actuales, la finalidad para la que fueron proyectadas. Por otra parte, ya se han manifestado importantes deterioros en algunos frentes, producto de la falta de terminación de los trabajos.
Finalmente, el 9 de diciembre de 2019, la obra fue neutralizada.