Como es costumbre en mí, la selección de un libro me lleva un tiempo importante. Leo títulos y reseñas que me den algo. No sé qué es, pero sé que busco. Muchas veces, empiezo a fastidiarme conmigo cuando no lo encuentro.
Esta situación la reviví el sábado a la mañana. Iba de una estantería a otra, de isla repleta de libros a otra hasta que vi esa tapa que parecían hojas de otoño. Tome “Todas las cosas” de Nora J. Rabinowicz de la Editorial La Parte Maldita (colección Variaciones) y comprobé que no eran hojas. Parecía ser una construcción no terminada de color otoñal.
Interesante novela de amor y desencuentro. La autora comienza contando el final. De ahí en adelante solo queda “vivir” la trama que nos lleva hacia él. La historia se centra en una pareja que planea vivir juntos y ser felices.
La autora, desde la perspectiva de la protagonista, nos describe la relación con Andrés desde el momento que se conocen. Surgen distintos personajes, todos ligados a él. La presencia del gato Magic (mascota) funciona como nexo entre ellos. Ella ve en el a un hombre sensible y nostálgico lleno de proyectos de vida que en un principio parece ser lo que ella buscaba.
A medida que la relación en el tiempo avanza, los rasgos personales se hacen visibles y empiezan a colisionar con los intereses del otro. Ella empieza a percibir y después corrobora que esa sensibilidad y nostalgia la tiene por una variedad increíble de cosas insignificantes, sin valor alguno como pueden ser los posavasos, folletos o teléfonos rotos, por nombrar algunos de los tantos objetos. Empieza a notar en resumidas cuentas, que él es un acumulador. En medio de ese almacenamiento están las cenizas de su madre y padre. Este aspecto y su no llevar a cabo los proyectos soñados van a perjudicar la relación.
La excusa de un casamiento en España le sirve a Andrés para cumplir con una promesa que le había hecho a la madre: enterrar sus cenizas en su pueblo natal. Este viaje significaba al mismo tiempo dos cosas: el cierre de asuntos pendientes y el comienzo de la vida familiar que anhelaban los dos.
Rabinowicz, apelando al humor en varios pasajes, nos sumerge de manera magistral en la novela. Nos hace testigo de esta historia que recorre la esperanza, el amor, los deseos y su contrapartida: las desilusiones, desencuentros, separación.