Los thrillers basados en hechos reales tienen un poder que trasciende la ficción, y Nadie nos vio partir lo demuestra desde el primer episodio. La nueva serie mexicana de Netflix, basada en la novela autobiográfica de Tamara Trottner , se ha convertido en un fenómeno global en tan solo unos días: ya encabeza las listas de éxitos en varios países de Latinoamérica y ocupa el cuarto lugar entre las series más vistas en Estados Unidos, cautivando al público con una historia que mezcla misterio, dolor y verdad. En españa también es uno de los títulos más vistos.
Consta de cinco episodios, ambientada en el México de los años 60 y sigue a Valeria Goldberg (interpretada por Tessa Ía ) a su regreso de un viaje de negocios. Al descubrir que su esposo, Leo Saltzman ( Emiliano Zurita ), ha desaparecido, llevándose consigo a sus dos hijos , Valeria emprende un viaje desesperado para encontrarlos. La investigación la lleva al otro lado de la frontera, a Europa, tras la pista de un hombre que parece decidido a borrar todo vínculo con el pasado.
En el camino, Valeria encuentra un aliado inesperado: Elías (Ari Brickman), un exagente del Mossad convertido en investigador privado. Pero su búsqueda pronto se profundiza al descubrir las verdades ocultas tras su matrimonio y la dinámica de una comunidad judía mexicana dispuesta a darle la espalda, manipulada por la influencia de su poderoso suegro Samuel ( Juan Manuel Bernal ). A través de flashbacks y giros inesperados, la serie muestra cómo la relación entre Valeria y Leo fue, desde el principio, una unión de conveniencia entre familias influyentes, más que una historia de amor.
El éxito de la serie también se debe a su autenticidad: la historia está basada en la vida real de la autora Tamara Trottner, quien en la novela relata cómo fue secuestrada por su padre cuando tenía tan solo cinco años . El libro, publicado en 2024, comienza con una frase que por sí sola deja sin aliento: «Acabo de cumplir cinco años. Este es el último día de mi infancia». Ese dolor, trasladado a la pantalla, se convierte en una historia de supervivencia y redención , donde el drama familiar se entrelaza con la tensión de un thriller.
Sin una calificación oficial de Rotten Tomatoes, Nadie nos vio partir ya ha conquistado al público y a la crítica. Las primeras reseñas la califican de «angustiosa y profundamente conmovedora«, elogiando su elegante dirección y la magnética interpretación de Tessa Ia. Y tras el suspense, se percibe el peso del recuerdo y las heridas sin cicatrizar: es una historia de identidad y pérdida, construida sobre una tensión que se intensifica episodio tras episodio.
Con su mezcla de misterio, introspección y realismo histórico , Nadie nos vio partir ya se considera una de las series más impactantes y perturbadoras del año en Netflix. Un viaje a través de continentes, religiones y recuerdos familiares, demuestra cómo la realidad, a veces, puede ser mucho más perturbadora que la ficción.
Fuente: MOvie