Los combustibles volverán a aumentar sus precios a partir de abril en todo el país. En principio, la suba rondará entre el 4,5 y el 5 por ciento, lo que en términos reales representará entre 30 y 50 pesos dependiendo de la petrolera y el tipo de combustible que se cargue.
La suba responde nuevamente a la readecuación del impuesto a los combustibles que dispuso el gobierno nacional después de levantar el congelamiento que se venía aplicando en los últimos años. A esto se le podía sumar una actualización en el costo del servicio por parte de las petroleras, algo que finalmente no sucedería.
La actualización está prevista desde febrero, cuando el Gobierno descongeló los impuestos a los combustibles para obtener una recaudación tributaria anual cercana a los 3.000 millones de dólares o 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), el equivalente al 10% del ajuste fiscal que buscan Javier Milei y Luis Caputo este año.
Según datos de las estaciones de servicio, desde el 1º de abril el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) aumentan un 34,8%, por lo que habrán acumulado un 376,61% desde principios de año.
Se trata de la normativa vigente, que traslada la inflación del trimestre julio-septiembre 2023.